La Argentina volvió a ser evaluada con una baja nota en materia de transparencia en el Índice de Percepción de la Corrupción, que mide todos los años el desempeño de las naciones a nivel global. Obtuvo 38 puntos sobre 100 posibles.
En 2022, el país no presentó cambios respecto a 2021, y se ubicó en una posición similar a la de Marruecos, Etiopía, Brasil, Moldavia y Colombia, pero por debajo de Chile y Uruguay.
En este índice, elaborado por la ONG Transparencia Internacional, la gestión de Alberto Fernández logró 38 de 100 puntos posibles, quedando en el puesto 94 entre los 180 países evaluados.
“Lamentablemente, se sigue percibiendo a Argentina como un país con un alto nivel de corrupción y esto se relaciona con el bajo interés de los gobiernos. Si se sigue insistiendo con las mismas prácticas y normativas no van a existir cambios en materia de transparencia y anticorrupción”, aseguró Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, el capítulo argentino de Transparencia Internacional.
El índice califica a los países según el nivel de percepción de la corrupción en el sector público, con datos de fuentes externas, como encuestas y evaluaciones realizadas por varias instituciones que incluyen a especialistas en la materia, empresarios y consultoras.
Las preguntas se refieren, entre otros aspectos, a la existencia de sobornos, el desvío de fondos públicos, la falta de castigo penal o de protección a los denunciantes, los mecanismos para obtener contratos con el Estado, la prevención de los conflictos de interés por parte de funcionarios y el acceso a información por parte de los ciudadanos a asuntos públicos, entre otros aspectos.
Se ven “casos de corrupción, denuncias de periodistas, de organizaciones civiles y que sobre ellos hay un gran manto de impunidad. Y eso genera percepción de que la corrupción es muy alta en Argentina”, opinó Delia Ferreira Rubio, presidenta de la ONG, quien también habló de “deterioro de la calidad de las instituciones, ataques a la independencia judicial y falta de seguridad jurídica”.
Sin embargo, la organización reconoció algunos avances del Gobierno en la agenda anticorrupción, como las políticas de integridad en el Ministerio de Obras Públicas, especialmente lo relacionado al Mapa de Inversiones y el Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y Entidades impulsado por la OA.
“Si bien algunas prácticas han mejorado la transparencia, como por ejemplo en el Ministerio de Obra Pública, o las normativas de acceso a la información pública, aún estamos lejos de un impacto relevante en el sistema de integridad”, sostuvo Secchi.
Entre 2020 y 2022, la Argentina retrocedió 18 casilleros en el índice anticorrupción anual.
En 2020 ya había perdido 12 puestos en el ranking mundial, lo que significó una recaída luego de haber escalado durante los últimos años.
Fuente: Con información de Infobae y La Nación.