Es adoptada, buscó por Facebook a posibles hermanos y se enteró que tiene nueve


Sonia Soto es una sanrafaelina de 55 años nacida en Villa Atuel, con residencia actual en Santa Rosa (La Pampa), de bebé fue adoptada, recientemente quiso saber si tenía hermanos biológicos, el viernes pasado hizo un posteo en Facebook y en pocas horas se enteró que su madre biológica tuvo otros nueve hijos, tres de los cuales ya han fallecido. Ahora la mujer protagonista de esta historia de novela se puso manos a la obra para organizar una reunión con los seis hermanos y hermanas que están con vida.

Sonia contó en diálogo con Info YA! que nació el 1 de febrero de 1968 en Villa Atuel, su madre biológica era Elsa Rojo, fallecida hace 30 años, quien la dio en adopción a una pareja del distrito.

Pasó sus primeros años en el lugar, luego en General Alvear y a los 15 años fue a vivir a la capital de La Pampa, donde un tío le comentó que era adoptada y a partir de entonces comenzó su búsqueda.

Recordó que hace 20 años una señora de Villa Atuel que estaba en La Pampa le dio algunos datos que le permitió conocer a una hermana que vive en San Rafael, de nombre Isabel.

Posteo que le cambió la vida

Después no siguió buscando, hasta que el viernes pasado fue a visitar a una prima que la alentó a colocar un posteo en una página de clasificados de Malargüe solicitando datos de posibles hijos de Elsa, ya que le habían dicho que su mamá biológica había pasado la última parte de su vida en ese departamento.

A la media hora comenzó a recibir una avalancha de mensajes que le permitieron saber en pocas horas que Elsa tuvo otros nueve hijos. “Fue tremenda la respuesta porque yo los vengo buscando desde los 15 años”, dijo sorprendida.

Sonia detalló que en San Rafael viven, además de Isabel que ya conoce, Marcelo y Félix. En Malargüe están Verónica y Deolinda y en la localidad rionegrina de Río Colorado vive Nelly. Sus edades van de 48 a 62 años. La única que se crió con Elsa fue Verónica, algunos vivieron con sus papás biológicos y otros también fueron adoptados.

Además, tuvo otros tres hermanos biológicos, dos mellizos en Malargüe y el tercero en San Rafael, dos fallecieron en accidentes y el otro de una enfermedad, al menos esa es la información preliminar que ha reunido.

Sonia ya ha tenido comunicación pero quiere programar “un encuentro de hermanos en San Rafael” en una fecha a definir (algunos ya se conocen entre sí de antes) y reconstruir esta historia de vida.

Afirmó que a su mamá biológica “no le guardo rencor, por lo que me cuentan tuvo una vida difícil. Me hubiera gustado conocerla en vida y ayudarla en todo. Estoy agradecida, porque si ella no nos pudo criar, nos dejó en buenas manos. Por lo menos a mí me tocaron unos padres adoptivos maravillosos”.

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