Es sanrafaelina, vende tesoros ‘vintage’ en Buenos Aires y encontró uno ‘impensado’ en Alvear


Meli Ferraro es una joven de San Rafael que vive en Buenos Aires, y recorre Internet y las rutas argentinas en busca de tesoros perdidos. En este caso no se trata ni de plata ni de oro. La chica va en busca de ropa de décadas pasadas para vender en su local de Belgrano. Así, ya sea en la web o en contacto con comercios del interior, se pasa gran cantidad de horas en busca de estas joyas vintage.

Foto twitter @raspaditass

La semana pasada, la joven diseñadora de indumentaria se topó con eso que muchos llaman quimera. Algo que nunca pensó que le iba a suceder. Hace 10 años que Meli recorre ferias y una de sus mayores obsesiones es la ropa deportiva de las décadas del 80 y 90. Esos tesoros vintage luego los ofrece en su emprendimiento Delaprovincia.

En busca de los tesoros perdidos

Y en su búsqueda, la chica halló un negocio de General Alvear que ofrecía a precio de remate unas 1.300 prendas de esos años dorados para Ferraro. Eran shorts deportivos de Adidas, Nike y Puma. Están los clásicos pantaloncitos de tenis con bolsillos y otros de running con toda la onda más cargada de los 90.

Un posteo del periodista Lucas Garófalo hizo que la historia se viralizara en las redes sociales. Para agregar, mayor condimento todas las prendas estaban en su empaque original y venían en unas cajas de cartón de Tavernity, una marca de jeans también muy ligada a esa época.

Toda esa ropa estaba arrumbada en un depósito de la ciudad alvearense a la espera de una buscadora de tesoros vintage como Meli. “Tienen más o menos mi misma edad y están en mejor estado”, relata la chica en diálogo con Infobae.

El antiguo dueño de la ropa era un comerciante de Alvear que había abierto su negocio en la década del 80. Al principio el local funcionó bien y el hombre logró la franquicia para vender la ropa de Adidas. Luego pasó lo que sucede cada un par de años en Argentina y una crisis se llevó puesto la casa de deportes de Alvear. Entonces, todas las cajas con el logo de Tavernity (es otro de los misterios del porqué están guardadas en envoltorios de esa marca mítica también del pasado) fueron a parar a un galpón.

Toda la ropa que ofrece Ferraro en su local de Belgrano forma parte del movimiento llamado Deadstock (stocks muertos). La industria de la moda cambia de la mano de las nuevas generaciones que tienen mucho más en cuenta el cuidado del planeta.

Toda la ropa que ofrece Ferraro en su local de Belgrano forma parte del movimiento llamado Deadstock (stocks muertos)

La montaña de ropa del desierto

El año pasado se reveló un basural de ropa en desuso en pleno desierto de Atacama en Chile. Se trata de 100.000 toneladas de prendas de segunda mano que se depositaron en esta región del norte del país trasandino, muy cerca de la ciudad de Iquique. Hace pocas semanas, parte de esa gran montaña de telas se incendiaron generando una columna de humo que afectó a las poblaciones cercanas.

Contra esa idea de la ropa descartable y las colecciones de moda que cambian año a año y se deshecha todo lo que queda out para el mercado, llegan buscadores como Meli Ferraro a intentar recuperar lo que otros abandonan o piensan que debe ir a la basura.

Las cajas que la chica halló en General Alvear contienen shorts Adidas de fútbol y tenis de los 80 en colores y talles variados. Hay pantalones Puma de running y de paddle, los Nike Jordan con motivos africanos que en algún momento usó Spike Lee. También prendas de esa época de Topper, Nanque y Le Coq.

En el posteo de Garófalo está parte de la historia. El hermano de Meli le comenta que una chica le contó de esas cajas que había abandonado su papá en ese galpón oscuro de Alvear. Una frase al pasar, en una conversación de cualquier otro tema, pero que enseguida dispara la red de búsqueda de ropa vintage. En la misma publicación, la dueña del local vintage cuenta su diálogo con la sanrafaelina: “Ella me decía: ‘No sabés la cantidad de cosas que hay’. Y yo pensaba: ‘Bueno, no puede ser tanto’, pero me empezó a mandar fotos y fotos y fotos de shorts, todo cerrado, en sus bolsas, perfecto. Y, bueno, me traje todo lo que había”.?

Ferraro ya comenzó a vender los productos recuperados en Alvear. Los precios van de los 9.000 a los 12.000 pesos para prendas únicas que tienen más de 30 años y se encuentran en perfecto estado

Ferraro ya comenzó a vender los productos recuperados en Alvear. Los precios van de los 9.000 a los 12.000 pesos para prendas únicas que tienen más de 30 años y se encuentran en perfecto estado. De hecho, en una de las fotos publicadas se ve el botón dorado de un short de tenis de Adidas que parecen todavía tener la pelotita verde flúo guardada en el bolsillo como lo hacían Guillermo Vilas o José Luis Clerc en las jornadas de Copa Davis en el Lawn Tenis de los Bosques de Palermo.

La joven emprendedora tiene 37 años y es diseñadora de Indumentaria y Textil, recibida en la UBA. “Así que siempre estuve vinculada con la ropa, es mi pasión -relata Meli en diálogo con Infobae-. Con el tema del vintage estoy ya hace unos 10 años”.

El antiguo dueño de la ropa era un comerciante de Alvear que había abierto su negocio en la década del 80

Meli confiesa ante Infobae que intenta no tener ninguna prenda favorita, al menos no de las que tiene a la venta. “Tengo muchas que me gustan, pero por suerte no soy tan apegada. Se me complicaría venderla en mi negocio, que es mi trabajo actual. Por ahora, la que se mantiene y me encanta que no se venda es una gorra five panel de polo sport amarilla con la vicera en vinilo negro, que no la uso, ni es tan cara pero la tengo ahi y me encanta mirarla”.

La experta en vintage narra otro de sus hallazgos que también llegaron de casualidad y que le generó mucha felicidad. Plena pandemia, guardada en su casa, Meli se pasaba gran parte del tiempo navegando por Internet en busca de nuevos tesoros. De golpe, una publicación le llama la atención. Era un lote de remeras con estampados del recital de Luis Miguel cuando visitó Argentina en 1998. Todo remitía a los dorados 90. El 1 a 1, la llegada de artistas extranjeros y el cantante mexicano que recibía modelos operadas en la suite del último piso del Sheraton de Retiro. “Eran como 50 sin uso, todas impecables. Fue como una gran alegria en un momento muy feo. Todos encerrados por la cuarentena y el local cerrado. Encontrar ese lote de Luismi, fue como una bocanada de aire”.

Fuente: infobae.com

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