Nacida el 9 de julio de 1935, cosechó seguidores alrededor del mundo. Con más de 40 discos y colaboraciones, la “Negra” Sosa ya es una leyenda argentina.
Defensora de los humildes, cantora de la humanidad, Mercedes Sosa nunca dejó de lado los valores que de pequeña le inculcaron sus padres en su hogar de San Miguel de Tucumán, con pocos bienes materiales pero con un corazón enorme. Casualmente en un día tan patriótico como lo es para Argentina hoy, la cantora del pueblo cumpliría 86 años. Aún sin estar físicamente, continúa presente en la memoria de todos los argentinos que alguna vez escucharon su voz salir desde el alma.
Año a año, la Negra, como la apodaban cariñosamente sus allegados, fue creando su camino hasta llegar a tener una amplia trayectoria, con premios, reconocimientos y menciones por cada uno de los trabajos que ha hecho desde el comienzo. Parece tan solo ayer cuando uno prendía la televisión y estaba la morocha con su poncho interpretando sus canciones en el programa de turno. Hoy sólo queda mantenerla viva a través de sus melodías.
Entre sus mejores interpretaciones se destacan “Todo cambia”, “Alfonsina y el mar” y “Como la cigarra”, además de las infinidades de colaboraciones que hizo con otros artistas tanto nacionales como extranjeros. Su versión de “Zona de Promesas” junto a Gustavo Cerati es considerada un himno, así como también lo es “El Ángel de la Bicicleta” interpretada a la par de León Gieco.
A lo largo de los años que estuvo activa llegó a grabar decenas de álbumes que fueron un éxito en las disquerías tanto del país como del mundo, porque Mercedes Sosa no fue una figura sólo para los argentinos, sino que llevó su vozarrón a todos los rincones del planeta, que quedaron atónitos cuando llegó la noticia de su fallecimiento, el 4 de octubre del 2009. En su honor, muchos sitios llevan su nombre.
De “Gladys Osorio” a ser simplemente la Negra
De padre zafrero y madre lavandera, ambos humildes pero llenos de amor, el 9 de julio de 1935 llegó desde la provincia de Tucumán, la más pequeña del territorio, al mundo, Haydée Mercedes Sosa, como realmente se llamaba. Nada se sabía en aquel momento de que la recién nacida sería una de las representantes de Argentina en todo el globo. “Con su canto logro un grito colectivo de verdad, justicia, libertad y dignidad”, la describe la página web de su fundación.
El arte corría por sus venas desde chica, cuando se pasaba los días bailando y cantando, además de brindarle su sabiduría a aquellos que deseaban mover su cuerpo al ritmo de las danzas folclóricas. Fue a los 15 años cuando se animó a cantar en una competencia radial tucumana bajo el seudónimo de Gladys Osorio, cuyo premio eran dos meses de actuación en la radio LV12. Era el comienzo de la voz, que ganó el concurso.
Desde los primeros años de su adultez fue militante del Partido Comunista de Argentina, al cual estaba afiliada. La política la llevó siempre a las serenatas que empezó a cantar de manera profesional al crecer, aún después de mudarse a Mendoza con su marido Oscar Matus, quien se volvió su principal socio y con quien tuvo a Fabián, su único hijo.

En 1962 produjeron su primer disco que fue “La voz de la zafra”. Fue gracias a esto que se la integró al Movimiento del Nuevo Cancionero, el cual busca lo mejor de los autores e intérpretes argentinos, del que luego se volvió referente. En 1965 sacó “Canciones con fundamento” y no fue hasta ese año que tuvo la posibilidad de subirse al escenario del Festival de Cosquín gracias al cantor Jorge Cafrune. A partir de ese momento, el fenómeno Mercedes Sosa no tendría límites.
Recién en marzo 1966 pudo lanzar “Yo no canto por cantar”, disco que incluyó 12 canciones y en octubre grabó “Hermano”, el cual le dio el título definitivo de “La Negra” Sosa. Después del estreno de “Para cantarle a mi gente” comenzó a girar por el mundo, donde al cabo de unos meses no habría rincón donde no la conocieran.
El régimen militar y sus canciones
El éxito de la popular cantante parecía no tener fin, sin embargo una vez se vio amenazado por la censura que sufrió durante el régimen militar que tomó Argentina desde 1966 hasta 1970. Después de “Con sabor a Mercedes Sosa”, donde quedó eternizada “Al jardín de la República”, grabó “Mujeres Argentinas” en colaboración con Ariel Ramirez y Felix Luna. La difusión de este álbum, así como obras de otros artistas, no estaba permitida en la Radio Nacional durante el gobierno de facto de Onganía y compañía.
Luego de eso pudo continuar haciendo su música con tranquilidad. En sus mejor épocas solía sacar 2 discos por año como “El grito de la tierra” y “Navidad con Mercedes Sosa” en 1970, o “La Voz de Mercedes Sosa” y “Homenaje a Violeta Parra” el año siguiente. Fue en 1972 que sacó uno de los discos que causo mayor repercusión pues, como muchos de los álbumes de Sosa, este tenía mucho material sobre la actualidad de aquel momento, desde críticas políticas hasta melodías para la sociedad. El mismo fue “Hasta la victoria”.
A lo largo de su carrera sacó más álbumes como “Traigo un pueblo en mi voz”, “Serenata para la tierra de uno”, después del cual se vio obligada a exiliarse desde 1979 hasta 1982 en París y luego Madrid por el hostigamiento durante la dictadura militar, además de “Como un pájaro libre”, “Vengo a ofrecer mi corazón” con canciones de múltiples artistas, “La Negra”, “Escondido en mi país”, entre muchos más, llegando a grabar más de 40 discos.
La vuelta del exilio, democracia y otros momentos claves
Antes del comienzo de la guerra de Malvinas pudo volver a su amada tierra y brindó recitales en el Teatro Opera, donde recibió la colaboración de muchos artistas, entre ellos León Gieco y Charly García. En 1983 fue el regreso de la democracia y junto a Milton Nascimento y León Gieco dieron un espectáculo que recibió el nombre de Corazón Americano, el que reunió multitudes que ansiaban verlos sobre el escenario.
Años después, su música era más libre que nunca y volvió a hacer giras por el mundo regalando la voz que siempre la ha caracterizado. Gracias a su presencia y dedicación, el1 de abril de 1992 fue declarada ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en el Salón Dorado del Honorable Concejo Deliberante, lo mismo le sucedió con su Tucumán Natal más adelante.
Su talento la llevó, además, a interpretar dos veces de manera solista la Misa Criolla en el anfiteatro Frank Romero Day en la ciudad de Mendoza con más de 30 mil presentes en el año ’94. A su vez, en sus años de carrera nunca se olvidó del festejo que la vio nacer, por lo que no dejó de asistir a los festivales de Cosquín.
El día 9 de diciembre 1996 el Congreso Nacional decidió otorgarle un homenaje en su condición de “personalidad de la cultura nacional, por su valiosa trayectoria artística en defensa de la música popular”.
Reconocimientos por su música
Mercedes Sosa no fue sólo merecedora de menciones locales, sino que fuera del país también tuvo sus reconocimientos. Desde el viejo continente, se le otorgó la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, mientras que de este lado del charco, en Latinoamérica, recibió la Medalla al Merito Cultural del Ecuador y la Placa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú, esta última por sus 30 años de carrera.
Siendo las anteriores menciones por su calidad de persona, por su música le fueron entregados el Gran Premio CAMU-UNESCO en el año 1995 por el Consejo Argentino de la Música y la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de la Música de la Unesco, además del premio de la Unifem por las Naciones Unidas, donde la reconocieron por su arduo trabajo como defensora de los derechos de la mujer.
Además, ganó un Grammy Latino como Mejor álbum folclórico con la “Misa Criolla”, el cual grabó en el año 2000; otro en noviembre del 2001 por “Acústico”, el tercero en 2006 con “Corazón Libre”, en 2009 por “Cantora, un viaje íntimo” y el último dos años más tarde por el álbum “Deja la vida volar” que recopila interpretaciones de Sosa en gira. Por último, en 2004 le fue otorgada una estatuilla “A la excelencia musical”.

Últimos días de la Negra Sosa
A pesar de que el 2009 ya había traído bajo el brazo algunos problemas de salud, la Negra nunca dejó de lado los compromisos de grabación para el que sería su último disco, además de la presencia en los únicos 3 conciertos que se dieron en Argentina ese año.
La salud de Mercedes Sosa no era la mejor, por lo que no pudo presenciar el lanzamiento de su álbum Cantora 1, pero ella seguía pensando en ideas y próximas interpretaciones mientras ensayaba para grabar El Ángel de la Bicicleta con León Gieco y Luis Gurevich, y La Soledad de Pablo Milanés. Ambas pudo concretarlas, sin embargo fue la última vez que pudo prestar su voz.
Finalmente, en septiembre de ese año una distención renal hizo que deba ingresar al Sanatorio de la Trinidad, donde permaneció internada. Para el 2 de octubre su estado ya era demasiado crítico y su corazón dejó de latir la madrugada del 4 de octubre.
Fue velada en el Congreso Nacional con la presencia de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner, quien ejercía como diputado. Diferentes artistas la despidieron interpretando Alfonsina y el Mar y por tres días hubo duelo nacional. Sus restos fueron llevados hacia el cementerio de la Chacarita, donde fue cremada para esparcir sus cenizas en Tucumán, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires, tal como lo había pedido la cantora.
5 colaboraciones de Mercedes Sosa con otros artistas
Zona de Promesas – Gustavo Cerati y Mercedes Sosa
Inconsciente Colectivo – Mercedes Sosa y Charly García
Hay un niño en la calle – Mercedes Sosa y René (Calle 13)
Caruso – Mercedes Sosa y Luciano Pavarotti
Yo vengo a ofrecer mi corazón – Mercedes Sosa y Fito Páez
Fuente:lacapital